sábado, 28 de mayo de 2011

“HISTORIAS MÍNIMAS” SOBRE CINE ARGENTINO


Las primeras proyecciones llegan a Argentina poco después de que éstas se vieran en París allá por 1896. A partir de aquí, comienza a formarse una industria que se afianzará en la década de los años treinta, llegando a alcanzar un gran prestigio que durará un par de décadas más. Es en estos momentos, y precedido de una crisis financiera, cuando comienza un declive que lleva a cerrar estudios, disminuyendo de esta manera la producción, que tampoco se ve muy favorecida en cuánto a talento se refiere.
Ya entrados los años cincuenta, se produce un resurgimiento del cine con directores como Leopoldo Torre Nilsson, que viniendo de una familia ligada a este medio, siempre tuvo muy claro lo que quería hacer, mostrando predilección por las adaptaciones literarias. Claro ejemplo de esto es su “Boquitas pintadas”, cuyo guión escribió conjuntamente con Manuel Puig, autor de la novela. La película fue ganadora del premio del jurado en el Festival de San Sebastian de 1977.
A partir de aquí la cosa no ha hecho más que evolucionar y acaparar premios internacionales tan prestigiosos y mediáticos como los recibidos en Cannes o Hollywood.
Argentina es un país que ama el espectáculo en todas sus facetas, apasionados y seguros de sí mismos se desnudan sin pudor, ofreciéndonos películas que son un retrato personal y social de ellos mismos.
En “La Historia Oficial”, (Luis Puenzo, 1985), se nos cuenta de manera estremecedora las consecuencias de la dictadura argentina, un guión inteligente y unas hermosas interpretaciones por parte de dos grandes como Norma Aleandro y Héctor Alterio la hicieron ganadora de un Oscar. Esta época negra vuelve a tratarse en otra película magistral, y más desgarradora aún si cabe, como es “La Noche de Los Lápices” (Héctor Olivera, 1986), magnífico testimonio político que debería ser visto por todos para nunca olvidar el horror que supone estar sometido a una dictadura militar y a la falta de libertades.
Este mismo año, y como revulsivo a tanto horror, se estrena “Esperando la Carroza”, (Alejandro Doria) hora y media de risas continuas por lo exagerado y grotesco de las situaciones dadas, y que no es más que un fiel reflejo de una clase social poco favorecida.
Ya en los noventa, aparece una nueva corriente que se llamará Nuevo Cine Argentino, donde la independencia de los realizadores (Pablo Trapero y Martín Rejtman entre otros) van a marcar una tendencia que alcanzará sus mayores éxitos ya entrado el siglo XXI. Antes de que esto llegue aparecen directores como Aristarain con “Un Lugar en el Mundo”, hermosa película llena de poesía e historias pequeñas que resumen la propia vida, a la vez que expone con gran frescura y naturalidad un discurso político y social que nos hará posicionarnos al lado de los perdedores.
Más reciente es “El hijo de la Novia”,  de Juan José Campanella, que triunfa poniendo de acuerdo a público y crítica. El humor, la ironía y el drama asoman a través de unos diálogos llenos de ingenio. Entrañable y emocionante hasta las lágrimas. De este mismo director es “El secreto de tus ojos”, ganadora de un oscar, de la que ya se ha dicho todo y QUE SIGUE ATRAYENDO A LOS que sigue atrayendo a los públicos.
El cine argentino es pequeño, intimista y siente predilección por las “Historias Mínimas”, otra gran película, (Carlos Sorín) compuesta de tres historias, tres vidas, tres ilusiones. Todo muy pequeño en esa extensa tierra que es La Patagonia donde transcurre el diario de estas gentes. Historias pequeñas pero  insuperables en ingenio, ternura, sentimientos y  valores cada vez más difícil de encontrar. Películas que siempre nos van a sorprender, y por simples que sean los argumentos, estos son dotados de un contenido inmenso. Tal es el caso igualmente de “Conversaciones con Mamá”, (Santiago Carlos Oves, 2004), película de corte teatral, llena de diálogos donde la sabiduría de la senectud arremete contra la actual sociedad de consumo. Muy recomendable.
Un director joven y de talento es Daniel Burman que cuenta con una gran filmografía que le ha llevado por festivales de todo el mundo. “El Abrazo Partido”, “Derecho de Familia” y “Dos Hermanos” son pruebas de ello.
Y no se puede hablar de este cine sin mencionar a los actores que tanto lo han engrandecido.  Además de los citados  al comienzo, Argentina cuenta con un plantel  donde están Federico Luppi, Ricardo Darín, China Zorrilla, Grandinetti y muchos más que a menudo consiguen un estado de gracia que les llevan a interpretaciones inolvidables.
Y si alguien se anima a ver algunas de éstas películas, deberá ser paciente los primeros quince minutos en los que el acento nos va a poner prueba. Al final habrá merecido la pena. Será “relindo, ché”.


                                                      Sevilla, Mayo-2011

3 comentarios:

  1. Excelente artículo, sobrevuela la historia cinematográfica de un país importantísimo para la historia del cine y la cultura, un país de actores y guión, mucho guión. Entre todas las películas mencionadas no aparece una que para mí fue expecialmente significativa, aunque quizás la crítica no la coloque en ningún altar, "Martín Hache". Tratado de filosofía práctica de la vida con un reparto acertadísimo y un Eusebio Poncela impagable. A determinadas edades y con la cabeza llena de ciertas ideas esta película puede resultar interesantísima. Sobre el "Secreto de sus ojos", me quedo con una frase: "Banco de esperma, departamento de préstamos, ¡Dígame!" No estuvo mal.

    ResponderEliminar
  2. Menudo listado de películas, y es que nadie como los argentinos para contar y contar y contar. Cómo puedes resumir tanto en tan pocas líneas, ellos, con una línea tuya, te hubieran hecho una película.
    Y muy de acuerdo con el Náufrago que me antecede, en el secreto de sus ojos se retrató como en ningún otro sitio al funcionario, una persona libre, imaginativa, creativa a más no poder, comprometida pero con una gran carencia de aliciente profesional, cosa que hay que agradecerle a nuestros lindos políticos.
    Los argentinos con ciertas películas que mencionas redimienron total o en parte ese pecado, que no es un pecado de parte, sino nacional, nosotros... vaya mierda, recuerdo la película El crimen de Cuenca y resulta que la que tiene problemas con la justicia es la directora.
    Pepino cinéfilo

    ResponderEliminar
  3. Te ha faltado una mención a la gran peli Tiempo de Valientes XD.
    http://www.youtube.com/watch?v=tEIAEJxuu-w

    ResponderEliminar