miércoles, 4 de mayo de 2011

CINE COREANO: UN MOMENTO PARA RECORDAR

El cine coreano ha ido desarrollándose al ritmo que le ha marcado la situación social y política del país, de esta manera, en los años treinta la producción es muy escasa, apenas un par de películas por año. En los setenta la  fuerte censura  ponía cotos a la creatividad artística impidiendo así que se tratara libremente temas como la política o la homosexualidad, entre otros muchos. No será hasta ésta última década, y tras el boom económico de los noventa, cuando tiene lugar la gran revolución de este cine. Además, éste va a ser siempre muy visto y valorado por el propio público surcoreano, detalle que propiciará el resurgimiento de  un estilo muy personal, con historias novedosas que traerán aire fresco a nuestras salas y que contribuirán muy favorablemente a la economía  general del país.

Es un cine para todos aquellos que sin prejuicios quieran adentrarse en algo nuevo, distinto de lo que nos llega de Europa o América y a la vez rebosante de exotismo. Si nos decidimos a verlo hemos de tener en cuenta el contexto socio-cultural en que se mueven los directores y en los que se sitúan los personajes, mundo que a menudo nos es ajeno, y que  no siempre vamos a entender a la primera.

¿Dónde buscar el atractivo de estas películas? Primero en la variedad de los géneros,  hay para todos los gustos: bélico, terror, comedias, dramas, etc.… segundo en las historias que nos cuentan, siempre originales, sensibles y muy impactantes visualmente, y tercero en  el buen hacer tanto de realizadores como técnicos, la mayoría formados entre dos culturas, la asiática y la occidental.

Como director más conocido y siempre a la vanguardia está Kim Kim Duk, autor de “Hierro 3” y “Primavera, Verano, Otoño, Invierno”. La primera nos habla de soledades y silencios y esto se ha de interpretar de forma literal dada la ausencia de diálogos, todo se sostiene entre miradas, gestos y actitudes que se van entrelazando para ofrecernos un auténtico poema visual. La segunda es un hermoso cuento que nos lleva de paseo por la vida.
Muy diferente es Park Chan-Wook y su premiada “Old Boy”, altamente recomendable y para la que no se me ocurre mejor calificativo que el de peliculón, puro cine en el que aquella frase de “la venganza se sirve en plato frío” cobra el mayor de los sentidos. Y si cada película coreana gira en torno a un sentimiento (soledad, venganza, pena, odio…) la que nos trae el amor en su  mejor estado es “A Moment to Remember”. Profunda, tierna, con una estupenda banda sonora y unos actores llenos de verdad magníficamente dirigidos. Que nadie se la pierda, nunca llorar se hará con tanto gusto. Por último la más actual de todas, “Castaway on the Moon”, la historia de un hombre que trata de suicidarse y acaba en una isla desierta desde la que puede ver la ciudad sin alcanzarla, y la de una joven recluida en su habitación, desde la que observa todo lo que ocurre al otro lado del río. La relación que se establece entre ambos es lo que se nos cuenta aquí de una manera tan magistral como sensible, una obra maestra sorprendente. Citaré también “Poesía”,  recientemente premiada en Cannes, que te deja de piedra.
Y esta es mi corta experiencia del cine coreano. La manera más agradable de acercarnos a un país y una cultura que aunque se nos presenta  lejana,  tiene mucho que sorprendernos.

                                                            Sevilla, Mayo-2011

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo en que el cine es una buena forma de conocer una cultura, un pais, entre otros motivos porque encima puedes disfrutar con él, tanto que a veces contemplas auténticas obras de ARTE.

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  2. Hace tiempo que no te he podido leer, pero te garantizo que despiertas mi curiosidad ante un cine para mi desconocido.Y fomentas ver más cine, y de alguna manera desconectar de la realidad que nos rodea, y soñar con el mundo del cine.

    felicidades por saber transmitir tus conocimientos y hacerlo de esta manera, llegas a los entendidos del tema y a los que no los somos.

    juana

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  3. Una cultura lejana, pero de personas como nosotros, Unas experiencias personales como las nuestras. Unos sentimientos como los nuestros. AL fin y al cabo, desnudos de cultura todos somos iguales. Sólo nos queda con este cine, verlo, disfrutarlo, digerirlo, asimilarlo y filtrarlo; el resultado hacerlo nuestro.
    Gracias Concha
    Joan B.
    (saludos de parte de la loca de los Leningrado Cowboys)

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  4. Gracias a tí, precioso comentario. Otro saludo a la "loca" que comparte mis gustos.

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