LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO

   Cuando Delacroix, pintó La Libertad guiando al pueblo, se daban unas circunstancias como fueron la caída de la monarquía francesa con el ajusticiamiento de los reyes y de su séquito.
    Fue el triunfo de un pueblo, que estaba humillado y muerto de hambre.
    Posteriormente se dieron a conocer los tres poderes: el ejecutivo, el judicial y el legislativo.
    Hace una semana que en la ciudad de Marbella se dio un espectáculo esperpéntico y bochornoso, cuando una famosa tonadillera se presentó ante el juez del caso Malaya para dar cuenta de sus ingresos.
    Dicha tonadillera sufrió en sus carnes el acoso y casi el linchamiento de cientos de periodistas y gentes, que le hicieron permanecer en el coche durante media hora, así como el rasgado de su vestimenta.
     El Sr.juez no previno este posible alboroto y fue muy a posteriori cuando le mandó,  tan solo a dos policías.
    Toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia mientras no se demuestre lo contrario.
    Llevamos construyendo nuestra democracia desde hace más de 30 años.
    La pintura que resalta ese consenso es la del Abrazo del pintor Genovés.
    Así pues le pedimos al Sr. juez de Marbella tenga a bien guardar la dignidad de todas aquellas personas que acudan a su juzgado, ya que si no tanto la Libertad guiando al pueblo como la del Abrazo habrán resultado en balde.